¿Qué creemos?

 

CREEMOS:

En la libertad del alma. Cada ser normal es responsable ante Dios, de sus propias elecciones morales y espirituales. Cada uno debería ser protegido al hacer esas elecciones, ya sea que escoja ser protestante, católico, bautista, mahometano o ateo, sin la interposición o interferencia de papa, sacerdote, padres o potentado. Nadie tiene derecho de forzar a nadie en el reino espiritual, ya sea que pertenezca a la mayoría o minoría. Los evangélicos no tienen ese derecho, ni lo tienen los católicos, ni en países angloamericanos ni latinoamericanos, ni en las comunidades.

Referencia bíblica: Romanos 14:14; Josué 24:15; Hechos 4:19; Juan 1:12. No hay apoderados en el reino de Dios.

En la separación de la Iglesia y del Estado. Estamos obligados a dar a César lo que es de César y a Dios las cosas que son de Dios. El Estado no debe pretender imponerse sobre la Iglesia, o formar alianza impía con ninguna organización eclesiástica.

Referencia bíblica: Mateo 22:21 y Hechos 5:28,29.

Que somos salvos del pecado, por la gracia de Dios, por medio de la fe en nuestro Salvador crucificado y resucitado; y no por las obras de la ley, u ordenanzas o ceremonias. Nosotros adoramos a un Cristo vivo, no a un Cristo muerto.

Referencia bíblica: Efesios 2:8; Hechos 15:11; 1 Corintios 15:10; Romanos 6:23; Romanos 5:20,21; Romanos 3:21-24,28.

Que las iglesias deben estar formadas por miembros regenerados. El nuevo nacimiento efectuado por el Espíritu Santo debe ser anterior al hecho de ser miembro de la iglesia. El bautismo es un símbolo de la experiencia a causa de la cual los hombres son sepultados con Cristo ylevantados para andar en novedad de vida con el Señor. El bautismo no es regeneración ni parte de regeneración.

Referencia bíblica: Juan 3:7, 16; 2 Corintios 5;17; Gálatas 6:15; Efesios 4:24; Hechos 8:13, 18-23; 19:1-15; Romanos 8:5,10,16.

En la aceptación del Señorio de Cristo. Lo que él dice, debemos de hacerlo. Ninguna de las dos ordenanzas nos salva; pero como decía el Dr. J.F. Love, ellas salvan al evangelio que salva. Nosotros debemos, no sólo predicar a Cristo Jesús como Señor, sino también guardar sus mandamientos y aquellos cosas que son agradables a él. Debemos obedecer su Comisión y hacer discípulos de entre todas las naciones.

Referencia bíblica: 2 Corintios 4:5; Hechos 22:10, Mateo 28:18-20; Romanos 14:9; Filipenses 2:9-11; Efesios 1:21-23; 1 Corintios 15:25; Juan 14:15.

Que las iglesias del Nuevo Testamento son cuerpos locales, visibles, independientes, de creyentes bautizados, no sujetos en ninguna manera a oficiales u organizaciones eclesiásticas. Siguiendo el modelo neotestamentario, estas iglesias deben cooperar las unas con las otras, como en los días de Pablo, ministrando a los necesitados y que debe hacerse en Su Nombre y que ninguna iglesia puede hacer sola. Con este propósito tenemos asociaciones, convenciones; peron ninguno de estos cuerpos cooperativos tiene la menor jurisdicción sobre ninguna iglesia o sobre ningún otro cuerpo. Cada iglesia bautista que coopera en el territorio de una Convención Bautista, está tan cerca de ese cuerpo como lo está de la asociación de distrito o de la Convención del estado.

Referencia bíblica: Mateo 16:18; 18:17. En el Nuevo Testamento hay más de 100 referencias a iglesias, casi todas ellas refiriéndose a iglesias locales; la iglesia de Jerusalem, la Iglesia de Antioquía, la Iglesia de Roma, etc. Estas iglesias cooperaban en el trabajo de Cristo: 2 Corintios 8 y 9; Hechos 11:22-30.

Referencia bíblica en cuanto a la Seguridad de los Santos: Romanos 8:38,39; 5:10; 2 Timoteo 1:12; Juan 10:27-29; Filipenses 1:6; Juan 5:24.

Referencia bíblica en cuanto al Bautismo: Mateo 3:16, Hechos 8:38,39; Romanos 6:4. (De acuerdo con los mejores eruditos griegos, la palabra "bautizar" significa "sumergir", "zambullir"). La inmersión del creyente en agua no es un "modo" de bautismo escriturario, ni siquiera la inmersión si el propósito es salvar. La salvación es proclamada, no producida, por el bautismo. "Porque por gracia sois salvos por la fe . . .; no por obras".

Referencia bíblica en cuanto a la Cena del Señor: Mateo 26:26-28; Marcos 14:22-24; 1 Corintios 11:18-26. La Cena de Señor es una ordenanza de la iglesia, una ocasión conmemorativa; es la Mesa del Señor, no nuestra mesa. . El Pan y el Vino solamente representan o simbolizan el cuerpo y la sangre de Cristo respectivamente y NO son literalmente el Señor Jesús ni se transforman en él por medio de algún rito; solamente es un acto en el cual recordamos la obra redentora del Señor Jesús; su muerte, sepultura y su resurrección (1 Corintios 15:3,4).

 

© E.C. Routh del libro "¿Quiénes son?"

 

Convención Nacional Bautista de México

 

Creemos
En el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
En las Sagradas Escrituras como regla suprema y suficiente de fe y conducta.
En la salvación del hombre mediante la muerte expiatoria de Nuestro Señor Jesucristo.
En el derecho y deber de cada cual de tributar culto a Dios según el dictado de su propia conciencia.
En la regeneración del alma mediante su fe en el Divino Salvador, sin el uso de cualquier rito y sacramento.
Que la Iglesia de Cristo consiste de los bautizados creyentes en Cristo.
Que todo creyente debe ser bautizado en agua, según los mandamientos de las Escrituras y la práctica de los apóstoles y la iglesia primitiva.
Que el bautismo en agua tiene por designio el manifestar la previa regeneración del alma.
Que todo miembro de la iglesia debe participar en la Santa Cena del Señor.
En la independencia de cada iglesia, y en la igualdad de todos los ministros de Jesucristo.
Que la mejor prueba de la regeneración del hombre consiste en su obediencia a los mandamientos de Cristo.
Que el cristiano debe seguir la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.

© México, D.F. La Luz, 1885.
Guillermo Sloan, Director-Editor.

Los bautistas creemos que la religión es una relación personal entre el alma humana y Dios. En esta área no puede intervenir, ningún sistema eclesiástico, ni ordenanzas, ni sacramentos, ni predicador, ni las regulaciones del gobierno. La gracia salvadora de Cristo y la gracia infinita de Dios son para cada individuo, sin la mediación del predicador, sacerdote, iglesia o sistema alguno. Los bautistas creemos en el sacerdocio de los creyentes.