Este título es brillante y significativo. Contiene autoridad, poder y soberanía. Las Santas Escrituras lo mencionan como un Nombre divinamente especial aplicado al Señor Jesús. Dicen las escrituras Sagradas en la Carta a los Hebreos 8:1 "Tenemos tal Pontífice que se sentó a la diestra del trono de la majestad en los cielos." (Versión 1909)
¿Que características debe tener el Pontífice?
A manera de un arquitecto, solo que el puente que construye es espiritual, es divino. Un puente sirve para unir dos polos opuestos, dos orillas. En este caso el Pontífice une el cielo con la tierra. Une a Dios con el pecador. Dice la Palabra de Dios en Hebreos 9:7 "...Solo el Pontífice una vez al año, NO SIN SANGRE, la cual ofrece por sí mismo, y por los pecados... del pueblo". El oficio de Pontífice en el Antiguo Testamento era pedir perdón a Dios por los pecados graves del pueblo, esto se hacía por medio de animales sacrificados como la oveja y el cordero que significan la sangre de Jesucristo, la cual sería derramada en el Calvario. (Léase Hebreos 13:11).
Cuando el Señor Jesús empezó su Ministerio de Salvación el oficio humano de Pontífice terminó definitivamente. Cristo mismo tomaría el oficio de Pontífice porque Él ha sido el puente que conduce al pecador a Dios. Por eso Jesucristo es el único en toda la Escritura Sagrada y en la experiencia cristiana que ha dicho: "Yo soy el camino (es decir, el puente), y la verdad, y la Vida; Nadie viene al Padre sino por mí" (San Juan 14:6). Cristo es el único que sirve de puente a la humanidad porque Él conoce las bellezas del cielo y conoce las tristezas de la tierra. Vino del cielo a sufrir y a morir por el hombre pecador.
Si el Señor Jesús no quisiera o no pudiera ser nuestro Pontífice para allegarnos al Santo Padre Celestial de nada hubiera servido su Nacimiento, su Muerte en la Cruz y su Gloriosa Resurrección. Pero Cristo ha cumplido su compasiva Misión, siendo el puente dispuesto para todos. Por ello San Pablo escribió, así: "Porque hay un solo Dios, y un solo Mediador (es decir, Pontífice Perfecto) entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre", y luego agrega: "El cual se dio a sí mismo en rescate por todos". Qué oferta tan generosa, ¿verdad?
¿Quiere usted ir al Pontífice que es Jesucristo para el perdón de sus pecados y gozar de la esperanza de vida eterna? No tiene más que creerlo por fe y después vivirá una vida de obras buenas que honren al Señor y una vida santa porque Dios es la Santidad Verdadera. Dice la Santa Palabra de Dios: "Más estando ya presente Cristo, Pontífice de los bienes que habían de venir... habiendo obtenido eterna redención". La salvación no se pierde porque Dios es competente y eterno (Hebreos 9:11-12 y Romanos 8:35-29).
¿Desea
usted creer en el Pontífice Perfecto? Hágalo en este momento;
Cristo espera paciente y amoroso. Manifiéstelo ahora, no de lugar a
que el diablo venga y le arrebate la semilla sembrada en su corazón.
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Héctor David Rodríguez G.
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